Alex Méndez será uno de los grandes animadores en la próxima noche  de Halloween en Santa Cruz de Tenerife. Él, junto a Alex Afonso y Samuel Delgado, protagonizará otra producción de Sigan Bailando, en el Hell Room, el nuevo espacio del Boston Club  capitalino (Avenida Anaga nº 37). Méndez promete actitud y muy buena música.

– ¿Qué tiene de especial un noche como la de Halloween? ¿Qué ofrecerá esta noche en el Boston Club?

– Si te digo la verdad, para mí de especial no tiene mucho, más cuando siempre ha sido el Día de todos los Santos o así lo conocí yo, antes que Halloween. Ahora bien, soy consciente del arraigo anglosajón que ha tenido en nuestra cultura, así que lo que voy a ofrecer es lo mismo de siempre: muchas ganas, actitud y sobre todo buena música.

– ¿Qué supone para Santa Cruz un proyecto como el Hell Room?

– Supone un maravilloso soplo de aire fresco en la capital por dos motivos: primero por empezar una nueva etapa «post covid» en cuanto a ocio nocturno se refiere; y también porque un club, un poco más «underground» que los demás, en el que se plasme todas las vertientes de la electrónica musical, siempre es bienvenido a la escena nocturna santacrucera.

– ¿Cómo ve la escena en Tenerife? ¿Hay escena realmente?

– La escena la veía ya saturada antes de la pandemia; demasiada oferta de todo tipo y por más que organizaras cosas, al haber tantos eventos, la gente se repartiera en multitud de opciones; voy a decir que para mí había estallado la burbuja en ese sentido. Ahora después de confinamientos y muchas restricciones, espero que en ese sentido cambie la cosa y la gente pues salga con otro espíritu para relanzar la escena en Tenerife, que sí la ha habido, hay y espero que haya por muchos años.

– ¿Qué tiene de especial estar en una cabina ante cientos de personas?

– Pues de especial lo tiene todo. Es más, a día de hoy, yo lo necesito, necesito ver a la gente bailar, disfrutar de los sonidos que emites; verlos reír eso enriquece a un da y nos da mucha vida…

-¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

– Para mí sí; yo soy un nostálgico de los 90 y considero que es una época irrepetible. Los principios de este siglo también fueron muy buenos. Ya luego, en mi opinión, fue decayendo a raíz de lo que comentábamos antes, demasiada oferta de ocio con las consecuencias que eso conlleva.