La Junta de Gobierno Local de Santa Cruz de Tenerife aprobó
hoy el proyecto técnico de rehabilitación de la plaza Veinticinco de Julio,
popularmente conocida como Plaza de Los Patos, tras un importante estudio de su
estado actual, necesidades y mejoras a realizar.
El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, destacó la
coincidencia de estos trabajos con el primer centenario de la construcción de
este espacio emblemático, en 1917. “Si todo transcurre como deseamos, será la
mejor manera de que los chicharreros podamos conmemorar aquella efeméride,
desde que tuviera lugar la apertura original del histórico enclave de nuestra
capital”, señaló.
Ubicada en la intersección de las calles Veinticinco de
Julio, Costa y Grijalba, Viera y Clavijo y General O’Donell, la plaza de Los
Patos presenta un importante deterioro, dado el tiempo transcurrido desde su
última rehabilitación en profundidad, realizada entre 1990 y 1991, y la propia
fragilidad de la zona, de manera que se le devuelva el esplendor que merece.
El proyecto se ha retrasado prácticamente un año, hasta
contar con informe técnico del servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo
insular de Tenerife, así como de la Comisión insular de Patrimonio Histórico.
La duración estimada de las obras es de nueve meses, y el presupuesto base de
licitación asciende a 511.938,95 euros.
El sexto teniente de alcalde y concejal de Infraestructuras,
José Alberto Díaz Estébanez, destacó que estos trabajos “devolverán el brillo
originario a un espacio que presenta actualmente importantes deficiencias
debido a pérdidas de agua y oxidación de las tuberías de la fuente, a actos
vandálicos que han provocado desperfectos en los azulejos, y a las grietas y
fisuras que provocan las raíces de los laureles de Indias que adornan sus
jardines”.
La plaza se caracteriza por la presencia de una fuente
central réplica de la Fuente de las Ranas del Parque de María Luisa de Sevilla,
seis jardineras de grandes dimensiones, cuatro jardineras circulares de pequeñas
dimensiones y veinte bancos cuyos azulejos fueron sustituidos en la
remodelación de 1991. Cuenta con una escultura en bronce de una oca a lomos de
una tortuga en el centro, y ocho ranas de cerámica pintada.
Debido a las patologías existentes en los pavimentos de
mármol  y azulejos de jardineras, parterres y fuentes, se proyecta su
sustitución y la de los azulejos de toda la plaza. También se cambiarán todas
aquellas piezas que lo requieran en atención a su grado de deterioro.
Además de las reparaciones que requiere la plaza, se
procederá a introducir una red de riego por goteo que mejorará el suministro de
agua, así como un nuevo sistema de alumbrado para la fuente, y nuevos faroles
de inspiración isabelina, en ambos caso con tecnología led.
Se proyecta igualmente una nueva línea de agua potable, los
rebajes en los accesos peatonales de acuerdo con la normativa vigente en
materia de accesibilidad, y el reasfaltado de la vía perimetral a la plaza.

Apunte histórico


La Plaza de Los Patos surgió de la modificación del plan de
ensanche de 1888, que requería resolver el nudo viario que se preveía en el
futuro Barrio de los Hoteles. Se configuró un espacio que no fue concebido
inicialmente como plaza.
La primera piedra se colocó en 1906, con ocasión de la
venida del Rey Alfonso XIII a Canarias, si bien la obra no fue terminada hasta
el año 1917. Consistía en una serie de parterres con arbolado y plantas en
torno al perímetro de la plaza y una fuente central que nunca tuvo ningún pato.
Su denominación popular le vino de las aves que se colocaron
en el estanque, si bien debe su nombre originario a la famosa gesta del 25 de
julio de 1797, con la derrota del almirante Horacio Nelson en Santa Cruz de
Tenerife.
La estructura actual, semejante a la Plaza de las Ranas de
Sevilla, fue decidida en la primera mitad del siglo pasado, y se costeó con
cargo a suscripciones entre los vecinos del barrio. Los bancos fueron donados
por distintas casas comerciales, cuya firma figura en el respaldo de los
asientos. Fue objeto de una primera remodelación, proyectada en 1964 y
culminada en diciembre de 1969, a la que siguieron dos rehabilitaciones más
entre 1986 y 1990.