Los taxistas de Santa Cruz vestirán uniforme, de manera
obligatoria, a partir del próximo 1 de febrero, según el acuerdo alcanzado en ayer jueves con el Ayuntamiento, durante una reunión celebrada
por el alcalde, José Manuel Bermúdez, y el cuarto teniente de alcalde y
concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, con los representantes del
sector. Se abre ahora un proceso de adaptación, en periodo de pruebas, de
aproximadamente dos meses, hasta la fecha indicada, para su obligado cumplimiento.
Arteaga resalta que la predisposición “para implantar el
criterio uniformidad ha sido muy buena. Hemos acordado que la vestimenta esté
compuesta por polo o camisa azul celeste, pantalón o falda de color negro o
azul oscuro y zapatos negros cerrados”. No obstante, el concejal se muestra
abierto a que durante el periodo de prueba “comprobemos también cómo funciona
que lleven un pantalón vaquero de color azul oscuro o negro”.
De esta forma, la capital tinerfeña “se incorpora al grupo
de ciudades que ya cuentan con una norma de uniformidad para este servicio
público”, agrega el edil, que asegura que la medida “servirá para mejorar la
imagen de Santa Cruz con sus vecinos y visitantes”.
El responsable de esta área municipal explica que “cada vez
son más los cruceristas y turistas que llegan a nuestra capital, por lo que
queremos cuidar todos los detalles posibles para mejorar nuestra imagen. Los
profesionales que integran el sector del taxi son clave a la hora de transmitir
determinadas sensaciones de cara a los turistas”.
La reunión sirvió también para repasar con los
representantes del sector el reciente acuerdo alcanzado con el Cabildo de
Tenerife, en materia de rescate de licencias. “Tanto el Ayuntamiento como la
Corporación insular van a aportar, de cara al año 2017, un total de dos
millones de euros. Esto supone duplicar el esfuerzo inversor que se venía
realizando hasta ahora en esta materia”, afirma Arteaga.