La
mayoría de personas que visitan por primera vez De la Mar el Mero coinciden en definir como un gran descubrimiento el entrar en esta pequeña, acogedora y encantadora tasca situada en el número 11 de la calle de La Rosa, en pleno barrio de El Toscal.

Quizás estamos ante uno de los sitios más peculiares de Santa Cruz, solo
abren tres horas al día y casi siempre está lleno, algo que no debería ser difícil
por su tamaño pero bastante meritorio si tenemos en cuenta la baja afluencia de
gente que hay en la zona en su horario de apertura y lo poco que se publicitan,
hasta el punto de que su nombre solo se divisa (y a veces) cuando está abierto, ya que se encuentra plasmado en una de sus cristaleras.

Las claves del éxito de una de las tascas de moda de la capital  estriba en la gestión de su encargado Carmine, un italiano muy meticuloso con el orden, la limpieza, el servicio y
elaboración de los platos de una carta que presenta algunas
especialidades mediterráneas con sello español e italiano, siendo el buen gusto y la calidad de la materia prima dos de sus máximas. 

Entrecot de ternera al romero macerado durante 24 días
En La Tasca de la Mar el Mero no sirven ni copas, ni café; el cliente debe ir con el único pensamiento de disfrutar de la experiencia gastronómica en un ambiente selecto, discreto y distendido. La carne y el jamón son algunas de las especialidades más demandadas para acompañar con una copa de excelentes vinos, si bien es raro fallar con otros platos y postres del día.
Cremosa lasagna de solomillo,setas y parmsesano
Nuestra recomendación es que vayas a primera hora y si es posible de lunes a jueves, ya que casi siempre está abarrotado. Tampoco es recomendable para grupos mayores de cuatro personas, por motivos de espacio no pueden darles cabida ni en barra, ni en mesa. Precio acorde al producto que ofrecen.
Ensaladilla de bacalao

La historia del negocio

El nombre de la tasca se debe al recuerdo de Juan Pallero -De la Mar el Mero y de la Tierra Juan Pallero, a quien le detectaron una enfermedad al poco tiempo de comprar este pequeño local. A los 20 díasde ponerla en marcha Juan falleció y la familia tuvo que buscar a alguien que llevara las rienda del negocio, es aquí cuando a conocieron Carmine, quien ha gestionado el negocio en todo este tiempo con el fiel compromiso a la memoria de Pallero.