El Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife aprobará
este viernes dedicar una plaza de la ciudad a la memoria de Javier Pérez Pérez,
ex presidente del Club Deportivo Tenerife. El referido espacio estará
localizado entre las calles Góngora y Eduardo Zamacois, muy cercano al estadio
Heliodoro Rodríguez López, donde se recordará la figura de quien fuera
mandatario de la entidad entre 1986 y 2002, período en el que alcanzó las cotas
deportivas más altas de su historia.
El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, explica que
el Consistorio adopta este acuerdo plenario “para honrar como se merece al
presidente que llevó al Tenerife a la posición más alta de su dilatada
trayectoria. Es el justo reconocimiento de Santa Cruz a uno de sus dirigentes
deportivos más célebres. El nombre de la capital y de la Isla se paseó por toda
España y Europa bajo su presidencia, así que ahora es de justicia que un rincón
cercano al estadio recuerde su figura para siempre”. 
La iniciativa de concesión de honores y distinciones a
Javier Pérez fue promovida el pasado año por un amplio colectivo de ciudadanos
y entidades, encabezados por el Club Deportivo Tenerife.

Dentro del expediente que da pie a la distinción se destaca
que Javier Pérez “fue una persona inteligente que soñaba a lo grande. Como gran
visionario del fútbol, ideó un Tenerife capaz de codearse con los mejores
equipos españoles y europeos. El club, de su mano, llegó a ser capaz de generar
ilusiones insospechadas, adquiriendo una gran relevancia y convirtiéndose en
una referencia en todos los ámbitos de la sociedad chicharrera”.
Nacido en Barlovento (La Palma), en 1946, Pérez obtuvo la
licenciatura en Medicina en Granada y ejerció como ginecólogo en Santa Cruz.
Simultaneó su profesión con el cargo de profesor titular de Obstetricia en la
Universidad de La Laguna (ULL) hasta que el 20 de junio de 1986, con 40 años de
edad, su afición por el fútbol le lleva a convertirse en presidente del Club
Deportivo Tenerife.
Al año siguiente, el equipo blanquiazul abandonó la Segunda
División B y lograba el ascenso a Segunda. Dos años más tarde, en 1989, el
Tenerife retornaba a Primera División, categoría en la que militó durante diez
temporadas de manera ininterrumpida.

Durante esta década, el Tenerife vivió su mejor época.
Alcanzó las semifinales de la antigua Copa de la UEFA (1997) y de la Copa del
Rey (1993), terminó como quinto clasificado de Primera División en dos
ocasiones (1992-93 y 1995-96) y conquistó el trofeo Joan Gamper (1993).