El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha puesto hoy en
servicio el primer aseo público autolimpiable del municipio. Esta unidad se
encuentra junto a la fuente de la alameda del Duque de Santa Elena, en el
centro de la ciudad y en una de las zonas con mayor afluencia de turistas y
visitantes.

Construido sobre una cabina monobloque y accesible para
personas con movilidad reducida, su principal característica que incluye,
después de cada uso, un proceso automático de limpieza del inodoro, suelo y
lavabo para asegurar una correcta higiene a los usuarios.
El cuarto teniente de alcalde y concejal de Servicios
Públicos, Dámaso Arteaga, indicó que este nuevo servicio “se ha iniciado en
periodo de pruebas y como una experiencia piloto. En principio va a funcionar
con un horario permanente y, si se hace un uso adecuado de la instalación,
nuestro compromiso será mantenerlo para que tenga un uso gratuito y esté
abierto siempre”.
Arteaga valora la iniciativa como “una apuesta muy
importante y esperamos que, entre todos, se colabore en su buen uso y
conservación. La otra unidad que hemos adquirido, que se encuentra en la plaza
Weyler, está aún pendiente de las acometidas eléctricas para su puesta en
funcionamiento”.
Este aseo está dotado de inodoro, lavabo, papelera, perchas,
espejo y dispensador de papel, todo ello antivandálico e integrado en la propia
cabina. Cuenta, asimismo, con pulsador de emergencia, sensores de presencia, un
limitador de tiempo de uso máximo de 15 minutos por usuario y un reloj
limitador que puede fijar el sistema de uso de la cabina cerrándolo a partir de
la hora programada.

La zona interior ha sido adaptada para su uso por personas
de ambos sexos y ha sido diseñada para evitar que los diversos elementos puedan
ser desmontados desde la cabina. Cuenta con un inodoro autolimpiable abatible,
realizado en acero inoxidable. El ciclo de limpieza del mismo se activa después
de cada uso, siguiendo un proceso de enjuagado mediante agua, desinfectado y
secado de la tapa. El agua utilizada ha sido tratada previamente con productos
anti bacterianos y anti calcáreos. Posee brazos de apoyo en acero inoxidable,
también abatibles, que facilitan el uso del inodoro por personas con
discapacidad.  

También cuenta con perchero, un dispensador de hojas de
papel higiénico engarzado y antivandálico, una papelera antivandálica que ha
sido empotrada en cerramiento interior, un lavabo de acero inoxidable empotrado
en el cerramiento interior y con servicio automático, un secamanos eléctrico
integrado en el lavabo, un espejo antivandálico sobre el lavabo ligeramente
inclinado para facilitar su uso por parte de las personas en silla de ruedas.

El proceso del accionamiento secuencial de lavado,
enjabonado, aclarado y secado se efectúa mediante sensores de proximidad. La
cabina también va equipada con un limitador de tiempo máximo de uso visual a
través de un reloj digital con tecnología led y una alarma acústica que avisa
al usuario de que su tiempo de uso se está agotando. En el exterior, el aseo
cuenta con un indicador informativo de libre, ocupado, en autolimpieza o fuera
de servicio.