Ante
la imposibilidad de tener una máquina del tiempo como la que describe
Herbert George Wells en su novela, la gente, lejos de la ficción, tiene
la necesidad de encontrar elementos del pasado para conocer y recrear
como era la vida tiempo atrás. En este menester, hay cientos de
personas que visitan Potuma Tenerife para perderse en sus 3000
metros cuadrados de exposición y llevarse un pedacito de historia o un
simple recuerdo a casa.
Esta inmensa nave, ubicada en la calle San Mauricio, 1 del barrio santacrucero de El
Chorrillo, es a día de hoy la mayor tienda de antigüedades de Canarias,
un paraíso para cualquier amante de las reliquias que lleva poco más de un
año y medio ofreciendo piezas únicas y de gran valor a sus clientes,
gracias a Rosa Alonso, empresaria con una dilatada trayectoria
profesional, quien ha conseguido convertir su pasión en un medio de vida.
Llenar los pasillos de este gigantesco espacio con una innumerable
cantidad de artículos, que datan desde principios del siglo s. XVIII
hasta la actualidad, no es tarea fácil, “es necesario tener una buena
base de contactos, personas que pueden tener y conseguir piezas
exclusivas que no se encuentran fácilmente en el mercado, ya sea porque
son únicas o estén descatalogadas”, comenta Alonso. “No es un trabajo
sencillo, hay que saber seleccionar y valorar cada artículo”, agrega.
Cualquier persona que le fascine lo retro y lo vintage gozaría y
quedaría fascinado al visitar Potuma; es casi imposible ver todo lo que
alberga este negocio, solo la mente privilegiada de Rosa es capaz de
acordarse de los datos de cada artículo. “Muchas productoras de cine,
nacionales e internacionales, y decoradores de anuncios vienen a
visitarnos por la gran cantidad de atrezzos que tenemos”, declara la tinerfeña. “Si lo tenemos, se lo alquilamos”, añade.
Potuma tiene espacio para mobiliario, arte, decoración, libros y
juguetes, entre otros miles de objetos, que, como ella misma reconoce,
“vende a precios por debajo de su valor real”. “Hemos tenido clientes
que han comprado cosas aquí por un precio muy inferior a lo que le han
ofrecido fuera, por eso invito a todo el mundo a que nos conozca”,
afirma la dueña.
La actividad de Rosa no se limita al territorio tinerfeño, ayer mismo
estaba empaquetando unos libros para enviar a México y Huelva, y hace un
par de semanas vendió una estufa del siglo XIX a la isla de La Palma.
“Tenemos más cosas de lo que se puede ver en Potuma, si buscas algo en
concreto invito a preguntarme, pondré todos los medios para
conseguirlo”, matiza.
Por último, cabe destacar la labor de Potuma como comercio solidario,
sin estar vinculado a ninguna ONG, parte de las ventas van destinadas a
ayudar a familias que en estos momentos lo están pasando mal. “Siempre
que se pueda hay que ayudar a esas personas, que por unas razones u
otras, están pasando por un duro bache y necesitan nuestra ayuda”. Es
por este motivo que las compras en Potuma tienen doble valor, adquieres
un tesoro y contribuyes a una buena acción.
REPORTAJE DE LA TELEVISIÓN CANARIA A POTUMA TENERIFE