Cualquier ciudad necesita puntos de paz y armonía para que la gente
pueda alejarse del frenesí del día a día. En Santa Cruz, exactamente en
el barrio de El Toscal, se inauguró el pasado 10 de abril uno de estos
espacios donde la gente puede acudir a relajarse y disfrutar de lo que
más le gusta, siempre y cuando sus pasiones sean las manualidades y la
decoración.
pueda alejarse del frenesí del día a día. En Santa Cruz, exactamente en
el barrio de El Toscal, se inauguró el pasado 10 de abril uno de estos
espacios donde la gente puede acudir a relajarse y disfrutar de lo que
más le gusta, siempre y cuando sus pasiones sean las manualidades y la
decoración.
Ubicada en el número 11 de la calle Santa Clara, Áldar Decó es el
nombre de esta nueva empresa que le ha dado la oportunidad a Chari
Martín –su propietaria- de dedicarse profesionalmente a lo que realmente
le gusta. “Me quedé en paro y vi que era el momento de emprender; las
manualidades, la pintura y el patchwork son mis hobbies desde hace más
de 15 años y tenía claro que quería hacer algo que me apasionara y se me
diera bien”, declara la empresaria.
nombre de esta nueva empresa que le ha dado la oportunidad a Chari
Martín –su propietaria- de dedicarse profesionalmente a lo que realmente
le gusta. “Me quedé en paro y vi que era el momento de emprender; las
manualidades, la pintura y el patchwork son mis hobbies desde hace más
de 15 años y tenía claro que quería hacer algo que me apasionara y se me
diera bien”, declara la empresaria.
A pesar de no
estar en una zona de paso y llevar poco más de dos semanas de apertura,
cada vez son más las personas que se han acercado hasta este nuevo
negocio. “Las redes sociales nos han ayudado a darnos a conocer pero la
mejor publicidad, para nosotros y cualquier empresa, es el “boca a
boca”, explica Martín. “Puedo decir con orgullo, que los que han venido
les ha gustado”, agrega.
estar en una zona de paso y llevar poco más de dos semanas de apertura,
cada vez son más las personas que se han acercado hasta este nuevo
negocio. “Las redes sociales nos han ayudado a darnos a conocer pero la
mejor publicidad, para nosotros y cualquier empresa, es el “boca a
boca”, explica Martín. “Puedo decir con orgullo, que los que han venido
les ha gustado”, agrega.
Áldar, tienda y taller
El color, el buen gusto y el cuidado de cada uno de los detalles es la carta de presentación de Áldar, en la tienda podemos encontrar material para manualidades, pintura, patchwork y scrapbooking, algunas creaciones de Chari, como las tildas y las colchas, y artículos de menaje y decoración del hogar de la prestigiosa firma danesa Ib Laursen. “Por ahora vamos poco a poco, trayendo cosas exclusivas y que sabemos que pueden gustar, no es una cuestión de llenar la tienda sino de facilitar a nuestros clientes cosas que no puedan conseguir fácilmente, sobre todo para nosotros -los Canarios-, que lo tenemos más difícil en el tema de los envíos”, manifiesta la santacrucera.
La otra mitad del local lo ocupa el taller donde se imparten los cursos.
Manualidades, patchwork, pintura country y scrapbooking son los cuatro
talleres que conforman el programa de Aldar Decó, aunque la idea es
ampliarlo en un futuro. “Además de venir a aprender, queremos que
nuestros alumnos vengan a relajarse, no se trata de finalizar un trabajo
en un tiempo estipulado sino de disfrutar con lo que se hace”. “Los
cursos se desarrollan en grupos reducidos para que la gente tenga
espacio para trabajar y en un ambiente íntimo y distendido donde
nuestros alumnos pasen las tres horas semanales a gusto”, añade.
Manualidades, patchwork, pintura country y scrapbooking son los cuatro
talleres que conforman el programa de Aldar Decó, aunque la idea es
ampliarlo en un futuro. “Además de venir a aprender, queremos que
nuestros alumnos vengan a relajarse, no se trata de finalizar un trabajo
en un tiempo estipulado sino de disfrutar con lo que se hace”. “Los
cursos se desarrollan en grupos reducidos para que la gente tenga
espacio para trabajar y en un ambiente íntimo y distendido donde
nuestros alumnos pasen las tres horas semanales a gusto”, añade.
Chari dice que lo más le gusta es “que la gente venga pero sobre todo que vuelva, porque eso demuestra que estamos haciendo las cosas bien”. Para ello, la propietaria de Áldar ofrece descuentos a sus alumnos y les da libertad para comprar el material donde deseen. “No dudo en recomendar otros lugares cuando no tengo un producto o servicio, creo que debería ser habitual la colaboración entre empresas, ya que es algo de lo que nos beneficiariamos todos”, afirma.
Partidaria a colaborar, Conchi ofrece su taller a todos los que necesiten un espacio en Santa Cruz para exponer o impartir un taller de cualquier especialidad. “Todo es cuestión de hablarlo, estoy segura de que siempre se puede encontrar una solución para salir ganando todas las partes”, concluye.
Escrito por CARLOS MIRABAL