Teje el porvenir es el curso
de costura y patronaje, organizado por la Sociedad de Desarrollo, que
tuvo a Patricia Serna como alumna, y eso es lo que hizo esta joven
toscalera durante esos dos meses de formación, tejió su porvenir para
poder poner en marcha La Espinita, empresa que desde el 24 de febrero
tiene un espacio físico en la calle General Antequera, 3.

La Espinita empezó siendo una marca de ropa de hogar y bebé, que vendía a
través de su tienda online; y actualmente es el primer café costura de
Canarias, un concepto de negocio muy común en países como Francia y
Estados Unidos y que en España se puede contar con una mano el número de
espacios donde la gente paga por utilizar las máquinas de coser y
tomarse un café, un servicio que en La Espinita cuesta cinco euros la
hora.

Sin embargo, el proyecto de La Espinita es más amplio que el de un café
costura, también organizan talleres de costura y patronaje para todos
los que quieran aprender a coser y confeccionar ropa. “Nuestros cursos
han tenido una gran aceptación desde que abrimos. He tenido que ampliar
las convocatorias porque solo hay cinco máquinas y una remalladora”,
explica la joven. “Muy pronto OhBlog impartirá cursos de fotografía y
Photoshop”, añade.

El curso de costura inicial lo imparte la propia Patricia, y en él se
aprende algunos aspectos básicos como son el vocabulario, las funciones y
tipos de máquinas de coser; higiene postural y puntadas básicas. En la
parte práctica los alumnos aprenden a rematar y controlar la máquina,
costura recta y paralela, vueltos y cambiar cremalleras.

Por otra parte, Manuela Bravo es la encargada del curso de patronaje de
faldas, blusas, mangas, cuellos y pantalones, entre otras cosas. “Me
alegra ver que cada vez se apuntan más hombres a nuestros cursos, esto
demuestra que está desapareciendo la idea de que coser es cosa de
mujeres”, afirma la santacrucera.

En las paredes de los 70 metros cuadrados del local podemos observar
algunas fotografías de las esculturas de Serna- licenciada en Bellas
Artes- o un mostrador con bisutería de Pasión In The Vida.“Todavía La
Espinita está en fase embrionaria, soy una persona muy creativa y me
gusta hacer muchas cosas pero prefiero ir poco a poco; aunque estoy muy
feliz de cómo están yendo las cosas”, declara la emprendedora. “Abrir en
Carnavales y presentar mi empresa en Tecnológica Santa Cruz me ha
ayudado a darme a conocer”, reconoce.

La Espinita materializa lo valores de una persona comprometida con la
sostenibilidad. “Hay que prevenir el impacto medioambiental. Confecciono
bolsas de tela porque me niego a utilizar bolsas de plástico”, comenta
Patricia. “También hago arreglos y customizo la ropa para alargar el
tiempo de vida de las prendas, se trata de evitar dañar la naturaleza lo
menos posible”, agrega.

Por último, la joven empresaria anima a la gente a emprender y hacer
realidad sus sueños. “Me quedé en paro, encontré mi camino después de
hacer un curso y gracias a Fifede, Sociedad de Desarrollo y todas las
personas que me rodean, pude hacer realidad el mío”, recuerda con
alegría. «Creo en el destino, sobre todo en el Diagrama de Ikishawa,
también conocido como Espina de Pez, de ahí el nombre de mi negocio”,
finaliza.

Escrito por CARLOS MIRABAL