Foto: Francisco Fernández
El pasado viernes abría sus puertas el Café Platillo, antiguo Platillo Volante, en Calle Robayna 9. Un espacio testigo de mucha historia chicharrera tras su curriculum desde que abriera con su primer dueño hace más de 50 años.


Clientes de toda la vida, vecinos de “el barrio”, curiosos que se acercaban hasta allí para descubrir qué se encontraba tras esas puertas que han permanecido cerradas poco más de dos meses, pudieron disfrutar de la armonía que emanaba un arpa digna de una ocasión como esa, cañas a cuenta de la casa y una fideua exclusiva para la apertura (además de los platos y bebidas propias de la carta).

Foto: Francisco Fernández

A día de hoy, este renovado Café Platillo llega para quedarse.

Foto: Francisco Fernández
Tras adaptarse a los gustos de los paseantes por Santa Cruz en cuanto a diseño del local y oferta de la carta su inauguración nos certifica que llegan pisando fuerte. Un elegante blanco y negro a donde quiera que apunte nuestra mirada, el color de sus suculentas tostas o la variedad en sus entrantes busca ofrecer a los clientes de toda la vida lo mejor para su paladar.

Escrito por: PAOLA BONILLA