35
años de experiencia y madurez es lo que le diferencia de aquel
quinceañero que cogió una cámara de formato 110 para dedicarse profesionalmente
a la fotografía. Empezó como freelancer en el mundo de la moda y de la
publicidad pero  necesitaba  dedicarse a lo que realmente le apasionaba,
la fotografía infantil.

Antonio Sepia es de esas personas que disfruta con lo que hace porque hace lo que
le gusta. Un gran estudio de 300 metros cuadrados, repartidos en tres plantas,
ubicado en la calle Teobaldo Power, le permite plasmar todas las inquietudes
que tiene como profesional de la fotografía.

Cada planta de Sepia Estudio está pensada para los principales protagonistas de
las fotos de Antonio, los niños. Por este motivo, el estudio cuenta con zona de
juegos y está decorado con elementos infantiles. “Este ambiente permite que los
niños se encuentren a gusto y tengan confianza”, comenta Sepia.

Área de atención al cliente y zona de juego

«Trabajar con niños es más fácil de lo que realmente la gente cree».
Hay que saber entenderlos para que se relajen y disfruten en las sesiones. El
tiempo es lo de menos, lo importante es que el resultado sea bueno; yo
personalmente me lo paso pipa con ellos”, cuenta Antonio.

Los cuatro platós y la gran variedad de atrezzos y decorados abren un gran
abanico de posibilidades al fotógrafo a la hora de escoger la sesión para cada
niño. “Antes de cada sesión intento conocer al cliente y sus circunstancias
para saber que contar, no consiste en pulsar un botón sino contar algo a través
de las cámara. Quiero contar a mi cliente como es su hijo”, declara el dueño de
Sepia.

Plató

Respecto al tipo de sesiones y tarifas, Antonio dice que “hay sesiones
ajustadas a las necesidades y los bolsillos de cada cliente”. La sesión más
solicitada es Diseño plus silk, una sesión muy completa con fotos en
diferentes decorados que se presenta en una caja, que contiene la sesión
encuadernada en plantillas de diseño con papel de seda junto a un pen drive, un
certificado de autenticidad y una tarjeta codificada para garantizar la
seguridad de las fotos. “La decisión de elegir materiales de alta calidad no es
una cuestión económica, ya que los beneficios son menores. Lo hago porque
detrás de cada trabajo está mi firma y mi reputación depende del producto que
vendo”, afirma el lagunero.

En Sepia Estudio siempre están trabajando para ofrecer productos y servicios
nuevos a sus clientes. “No nos encasillamos en medidas estándar, trabajamos en
las medidas y el formato que desee el cliente. Podemos poner sus fotos en un
lienzo como en un store, por ejemplo; es impresionante la cantidad de cosas
sobre las que se puede plasmar una foto. Por eso, siempre digo que vengan a
conocernos y vemos que se puede hacer, todo tiene solución”, explica Antonio.
Actualmente, trabajan en una línea de recordatorios vintage para bautizos,
comuniones y otros eventos especiales, que han tenido una gran aceptación por
parte del público. “Muchos de nuestros productos surgen a raíz de la petición
de nuestros clientes”, añade.

Una de las cosas que más le gratifica es que la gente siga contando con su
servicio y como él dice “le permitan formar parte, de alguna manera, de su
familia”. “Recuerdo un chico que me llamó para hacerle el reportaje de su boda
y me contó que le había fotografiado en su bautizo,  son cosas que te enorgullecen porque has
estado en los momentos más importantes de su vida”, recuerda con emoción.

Por último, Sepia dice que “su mentalidad no ha 
cambiado a pesar del cambio de la fotografía analógica a la digital.
“Era un tren que los fotógrafos debíamos coger, era reciclarse o morir. Para mí
sólo es una herramienta nueva que he incorporado a mi trabajo, sigo pensando
como un fotógrafo”, concluye.

Escrito por: CARLOS MIRABAL

Dirección. Teobaldo Power,16 Santa Cruz de Tenerife 38002
Teléfono. 922 27 05 56
Web. www.sepiaestudio.com
Facebook. Sepia Estudio