Esta semana, Paseando por Santa Cruz visitó La Tradicional;
una pequeña panadería artesanal, situada en la calle Álvarez de Lugo nº44, que
abrió sus puertas hace tres años para ofrecer a los vecinos y negocios de la
capital pan y repostería de calidad.
Nada más entrar, pillamos a Diego Marín con las manos en la
masa. Sin quitar el ojo al mostrador de la izquierda en el que se podía divisar una gran variedad
de panes, galletas y bizcochones; nos fijamos como el dueño de este negocio y
panadero desde hace más de diez años, elaboraba el pan de manera artesanal.
“Aquí no utilizamos levaduras artificiales para hacer el pan; usamos lo que se conoce como ‘masa madre’, que se consigue a partir de
levaduras naturales”, explicó Diego. Sin embargo, es una pena que poca gente sepa diferenciar
el pan artesanal del pan congelado” lamentó el dueño de La Tradicional”.
“Nuestro punto diferenciador es la forma de tratar el pan”, concluyó.
Diego Marín entra a trabajar todos los días a las tres de la mañana, aunque no
abre las puertas al público hasta las ocho. “El trabajo de
panadero es duro, pero como me encanta mi profesión se hace más llevadero”, comentó. “La
gente debería conocer como los artesanos elaboramos el pan, para valorar esta
profesión”, matizó el panadero.
Diego también quiso compartir con este medio como la crisis ha afectado a La Tradicional. “La crisis la he notado, sobre todo, en la venta al público”, afirmó.
“El reparto a bares y restaurantes es lo que me está ayudando a mantener el
negocio”, puntualizó el empresario.
Al ser preguntado sobre la actual situación de Santa Cruz, quiso dar su visión como empresario y vecino de
la capital. “Santa Cruz está muerta”, respondió contundentemente. “El Tranvia ha matado a la Rambla Pulido» dijo sobre la zona donde vive y tiene su negocio.
La valoración que Paseando por Santa Cruz da a esta visita ha sido muy
positiva. Hemos tenido la oportunidad de conocer a un artesano que disfruta y
habla de esta sacrificada profesión con entusiasmo y devoción. ¡Ah! Por cierto,
el pan está buenísimo, damos fe.