El hijo primogénito del matrimonio contraído entre Valentín Sanz y Garcés y Catalina Carta Quintero, correteaba por las calles del barrio santacrucero hasta los doce años, momento en el que ingresa en Academia de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, donde recibió clases de dibujo y paisajismo de otros grandes como Gumersindo Robayna y Nicolás Alfaro.En el año 1875 se marcha a Madrid para iniciar sus estudios en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado, ciudad en la que estuvo hasta 1882 para luego partir hacia Cuba, país en el que alcanzó la madurez artística representando en sus cuadros la naturaleza tropical cubana y donde falleció en 1898 de escarlatina, enfermedad que contrajo de una niña a la que retrató en una visita a Nueva York.
Además de la placa que conserva su casa, el recuerdo del paisajista canario queda en el tramo comprendido entre la Plaza del Patriotismo y el Puente Serrador, dando nombre a la vía –calle Ciudad del Norte hasta entonces- pero sobre todo en el el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz, lugar en el que se puede ver algunas de sus obras.